¿Crees que no eres una persona creativa?
Tengo claro que todos los seres humanos poseemos la capacidad de imaginar y, por ende, somos capaces de crear.
Podemos ser creativos en distintas facetas de nuestro día a día -sin ni siquiera ser conscientes de ello-: cuando organizamos nuestras tareas, cuando cocinamos, cuando nos vestimos, incluso a la hora de ordenar la compra en las alacenas. En general, cuando piensas en cómo distribuir objetos en un espacio o tiempo concretos, ya sean reales o ficticios: estás siendo creativo. Incluso cuando no lo piensas, cuando desordenas, cuando decides tirar todo al aire. Elegir que reine el caos, también forma parte de la creatividad.
En definitiva, es una faceta intrínseca humana como lo es caminar o comunicarse. La clave está en trabajar esa creatividad dada. Porque sí, esta capacidad se puede entrenar, como cualquier otra.
En el libro “Conexiones creativas” , Dorte Nielsen y Sarah Thurber se centran en explicar cómo funciona la mente al crear y desarrollan la idea de que la creatividad se basa en la forma que tenemos de enlazar formas o ideas para crear una propia innovadora.
Este es un dato que todos los que nos dedicamos profesionalmente a este ámbito conocemos y este libro habla muy claramente de cómo funciona. Se pueden poner infinidad de ejemplos de objetos que funcionaron con mucho éxito y que forman parte de nuestro día a día, como por ejemplo la obsesión humana de poner mango a objetos:
- Caramelo + palo = chupachups.
- Trapo + palo= mopa.
- Sombrero + palo= paraguas.
- Mochila + palo + ruedas= trolley.
Conectar visualmente, verbalmente o conceptualmente; incluso conectar antagónicos puede funcionar para crear algo novedoso.
Llegados hasta aquí te preguntarás, ¿y cómo lo hago?¿por dónde empiezo?.
Te propongo un ejercicio para desarrollar esta idea: conectar elementos para desarrollar una propuesta original y propia. Esta técnica creativa se dirige especialmente al miedo al papel en blanco, se trata de una forma de comenzar a generar ideas cuando estamos bloqueados.
Durará aprox. 5-10 minutos y mi objetivo será crear un personaje. (Puedes adaptarlo a cualquier objetivo que necesites o simplemente hacerla por curiosidad, deja a tu mente volar).
¡Vamos a trabajar la creatividad en el siguiente ejercicio!
Necesitas:
Un lápiz y una hoja.
Ejercicio:
Haz girar tu silla ( o da una vuelta sobre tí mismo). Para de girar y fíjate en un objeto. Fíjate en la forma del objeto que te ha tocado.
-Mi objeto fué el tirador de la cortina del estudio. Mis primeras conexiones mentales fueron: un columpio, una cabeza con peinado punky o de alguien que pertenece a una tribu-.
¿Cuál es la conexión que haces con la que te ha tocado?. Puede que te vengan a la mente mil figuras, o incluso personas a la cabeza al ver ese objeto o al pensar en su forma.
Siendo más pragmáticos: dibuja su contorno. Obtendrás una figura que podrás -más fácilmente al plasmarlo en un papel- conectar con un personaje, un patrón o otro objeto con esa misma forma.
Finalmente, mi objeto se diluyó en un personaje de una tribu, la primera imagen que llegó a mi cabeza al dibujar el contorno del objeto encontrado.
¿Y a tú qué has creado?.
Ale Melón.
(Pulsa sobre el boceto y ¡verás! =)
